Cómo superar esos pensamientos y creencias que te limitan y hacen que sigas cometiendo los mismos errores

por Mar 5, 2021Transformar0 Comentarios

Aunque la mona se vista de seda, mona se queda

 ¿Cuántas veces has escuchado decir esto? Y lo que es más importante: ¿qué nos quiere decir?, ¿que hagamos lo que hagamos no vamos a cambiar nunca?

Estamos seguros de que no es así, sino que por supuesto que se puede cambiar. De hecho, nosotros lo hemos vivido en nuestras propias carnes y otro día te contaremos todos los cambios que hemos hecho y los que queremos llevar a cabo en los próximos años, así como esos pasos que dimos y nos hicieron tropezar ―y a continuación levantarnos y seguir intentándolo―.

Antes solíamos usar muchos refranes, hasta que nos enteramos de que ello podía estar condicionando nuestra forma de actuar y de pensar y nos pusimos a reflexionar sobre ello. ¡Cuántas frases repetimos en nuestro discurso a lo largo del día sin ser conscientes de que nos afectan! ¡La mente lo capta todo, tanto lo que ve como lo que oye o siente!

Hay frases y refranes que se vuelven creencias limitantes. Son ideas que una persona tiene sobre un tema y que le impiden conseguir un reto, realizar una actividad o hacer un cambio. Pueden estar basadas en la realidad o no, pero condicionan tu vida y consiguen que te comportes de una forma u otra, modificando así tu relación con el mundo y también contigo mismo.

Quizás los refranes en algún momento sirvieron, como el de «En abril, aguas mil» o «Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo». Sí, tal vez fueran ciertos hace años, cuando no se había producido el actual cambio climático que ahora vivimos, pero ¿siguen vigentes? ¿Qué opinas tú sobre estos refranes?

A continuación, nos gustaría que analizásemos algunos especialmente peligrosos. Comprueba si los incluyes entre tus expresiones habituales, porque tal vez te estén limitando en tu forma de actuar y de conseguir tus metas. Además, si es así, eso puede provocar que la relación con los demás no sea del todo fructífera.

  • «Piensa mal y acertarás». Esta frase está llena de prejuicios. Es cierto que el ser humano tiende a repetir actos a veces de manera automática. Sin embargo, si encaras la vida con la mente abierta y sin juicios de valor, tal vez te sorprendas ―para bien― con la situación o con la reacción de la persona que tienes enfrente. Vivir con una mente abierta significa abrirse a un mundo de posibilidades, escuchar con empatía y compasión, observar la realidad con curiosidad, como si cada situación nos ofreciera algo nuevo, y así poder disfrutar de cada momento como cuando éramos pequeños, con alegría e ilusión.

  • «De donde no hay, no se puede sacar».
    Es verdad que, si físicamente no hay nada, no puedes sacar algo, pero la esencia de este refrán está directamente relacionada con la del refrán anterior. La respuesta que una persona te haya dado te condicionará en los siguientes encuentros, pero ¿qué ocurriría si la próxima vez que la vieras dejases a un lado tus prejuicios y le dieras una nueva oportunidad ―recuerda la actitud de llevar la mente abierta―

  • «No vendas la piel del oso antes de cazarlo»Ah… ¿Y por qué no? Hacerlo puede ser una forma de motivarte y de visualizar tus sueños o tus retos, y con ello tu mente se predispondrá a conseguir eso que tanto quieres. Los ejercicios que sirven para visualizar nuestros objetivos son muy útiles.

Por último, nos gustaría compartir contigo otros dos refranes que nos parecen ciertos y positivos, son los siguientes:

  • «No hay mal que cien años dure». Cuánta razón, porque, aunque sea de manera imperceptible, todo cambia en la vida, tanto lo malo como lo bueno. La aceptación de los cambios es una actitud que te hará sentirte mejor y más libre, pues no sufrirás tanto ni te empeñarás en que sea diferente algo inevitable. Piensa, por ejemplo, en los cambios corporales relacionados con la edad, como las arrugas, los achaques, los dolores e incluso la muerte.

  • «Haz el bien y no mires a quién». ¡Otro refrán con el que sí estamos de acuerdo y nos hace sentir mejor! Ser amable, bondadoso y compasivo con los demás simplemente por el hecho de serlo aumenta la felicidad.
    Según un estudio realizado por el escritor y psicólogo estadounidense Martin Seligman, tener un fin mayor en tu vida es una variable que hace que aumente tu percepción de felicidad. Centrarte en ser amable, empático y generoso, dejando a un lado las rencillas y las críticas, hace que te sientas mejor contigo mismo. Es más, ello va generando un posito de resiliencia que aparecerá en los momentos de sufrimiento y servirá para que no lo pases tan mal. Si todavía no lo haces, ¿qué te parece la idea de practicar alguna actividad de manera altruista en tu vida?

Hay muchos más refranes en español y quizás tú no utilizas ninguno de los que hemos analizado aquí, ¡pero existen tantos otros! ¿Cuáles utilizas tú? ¿Sabes si los tienes interiorizados y pueden estar limitándote o, al contrario, potenciando actitudes positivas en tu vida? Nos encantará leer tus respuestas en comentarios.

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