5 problemas que tienes al liderar a tu equipo y que nunca te habían contado con sinceridad

por Feb 11, 2019Seguridad0 Comentarios

Esto es lo que hice para tener mi mente más tranquila y conseguir resultados en el trabajo

Empecé a valorarme y a enfocarme

Te voy a contar el gran dilema al que me enfrenté hace nueve años y gracias al cual, he conseguido estar donde estoy ahora.

Tenía que decidir si quedarme a vivir en Zaragoza o venirme a San Sebastián a vivir con Mikel, la otra mitad de Sukhena, mi pareja.

Decidí mirar ofertas aquí y allí, a ver si sonaba la flauta por casualidad en alguna de las dos ciudades.

Era época de crisis, todo lo pintaban muy mal y eso me hacía tener mucho miedo al cambio.

¡Flipé en colores! A los cinco días de haber enviado mi curriculum a una oferta en la que no tenía nada de experiencia, estaba trabajando para ellos. ¡Como lo oyes!

Te voy a contar lo que me pasó en los siguientes tres meses y quizás, tú también te veas reflejado

La primera semana fui a Logroño para hacer prácticas y me enseñaron todos los engranajes.

Se me cayó el mundo encima cuando el viernes, me dijeron que iba a ocupar un puesto de administración.

Justo lo que no me habían enseñado y solo me quedaba un día de prácticas.

Volví a estar como al principio, sin saber lo que pasaría. Se me agolparon los pensamientos en mi cabeza, sí, esos duendes que se ríen de nosotros cuando nos ven apurados, hasta me entró dolor en el estómago.

No me hacía gracia haber estado haciendo prácticas sin saber en que iba a consistir mi nuevo trabajo.

Estaba rabiosa, con miedo, impotente

Durante todo el viernes, me esforcé por aprender en un intensivo aprendizaje, sobre las tareas de mi nuevo puesto y poco a poco fui sintiéndome más relajada y contenta.

La alegría duró poco, haciendo que mi vida se complicase.

Sucedió cuando a los tres meses me dijeron que pasaba a ser jefa de administración, tendría a mi cargo a dos personas y además, iba a sustituir al jefe de tráfico cuando no estuviera y las personas a mi cargo serían diecisiete.

Otra vez se me vino el mundo encima

Aparecieron esos duendes dentro de mi cabeza, los nervios, el malestar y no podía decírselo a nadie.

Me sentía sola en la empresa

Tenía miedo de lo que pudieran pensar

Nunca había coordinado a un grupo de personas.

Puedes pensar que no era para tanto, solo eran dos, sin embargo, no lo podía remediar.

✔ Estaba perdida.

✔ No tenía experiencia.

✔ No sabía como gestionar esa situación sin que me fuera grande.

Leí algún libro sobre liderazgo pero todo quedó ahí, porque no supe aplicarlo.

Aunque, de algún modo, me sirvió para salir, más o menos, airosa de las situaciones que se me presentaban y para aprender a golpe de error y acierto.

Era un nerviosismo constante.

Me di cuenta de que había llegado el momento de hacer algo para estar mejor, si no, mis días estaban contados en la empresa y mi salud iba a salir perjudicada.

Comencé mi proceso de formación y uno de mis pasos fue acudir a una entrenadora de lideres.

Como en algún post te hemos contado, Mikel y yo empezamos esa andadura del Coaching y del Mindfulness porque nosotros también lo necesitábamos.

Gracias a las sesiones de coaching, me di cuenta de los errores que estaba cometiendo.

Me los guardaba porque no quería mostrar a los demás mi inseguridad, impotencia, frustración…

Y desde luego, no quería decir a nadie que no tenía las habilidades necesarias para ese puesto de trabajo que me habían asignado.

Estos son los 5 errores que cometí

Y tal vez, tú también estés en la misma situación

1

Tenía miedo de estar delante de un grupo de personas y no saber qué decirles para empatizar con ellas

Desde un principio tenía que haber hablado con ellas y decirles que necesitaba su ayuda, que era novata en este campo y que por mucho que me hubieran puesto de coordinadora, todos somos humanos y que sobre todo al principio necesitaba que ellas me enseñaran a mí. Pensé que si lo decía mostraría mis puntos débiles y no mi humildad, mi humanidad.

2

Solo pensaba en la hora de salida.

Mi desmotivación fue ganando puntos y fui perdiendo la ilusión por hacer las cosas bien. No me había dado cuenta de que mis pensamientos me estaban jugando una mala pasada. Todos los días nos pasábamos un rato, criticando a las personas de alrededor. Sin tomar decisiones, acciones que era lo difícil.

3

Creo que a veces las personas a mi cargo no entendían por qué tomaba esas decisiones.

Y eso me hacía darle vueltas a lo qué pensarían de mí y no me dejaba concentrarme en las tareas.

4

Iba a lo que más llamaba mi atención, sin priorizar.

Entraba por la puerta con una idea de lo que tenía que hacer y ni me paraba a leer los emails, cuando quizás, en ellos había novedades que podían haber cambiado mis planes o prioridades.

5

El estrés me bloqueaba y no sabía por donde salir.

El estrés que me generaba tener que estar pendiente de los pedidos, de los clientes, de las llamadas, de las personas a mi cargo… me bloqueaba y no sabía por donde salir.

Esto es lo que hice para trasformar mis errores en aciertos

Y sentirme más libre y feliz en el trabajo

Trabajando con la coach, fue cuando conseguí ver todos estos errores, que a lo largo del tiempo, había estado cometiendo sin ser consciente de ellos.

Empecé a tomar decisiones.

Conseguí dar la vuelta a la tortilla y situar las prioridades y mis relaciones con cada persona y en cada situación.

Aprendí a estar con esas personas importantes, aquellas que, al final, son las que mueven los hilos y no tienen que ser jefes de nada, pero  sí influyen en los que toman decisiones.

Fue al estudiar a las personas con las que me rodeaba en la empresa, sus necesidades, sus inquietudes, cuando conseguí volver a tener motivación, ver nuevas posibilidades de acción y posibles nuevos retos.

Descubrí como mejorar o suavizar la relación con esas personas con las que había un poco de tirantez.

Me di cuenta de que la manera de acabar con mis miedos era enfrentarme a ellos, y una de las mejores formas era mostrándolos y afrontándolos.

Y conseguí tener conversaciones más productivas, porque yo entendía su situación y ellas entendían más la mía.

Esto también me ayudó a tranquilizar mi mente y mis pensamientos

A estar más centrada en mi trabajo

Empecé con el Mindfulness. A dar mis pequeños pasitos para eliminar todo ese estrés que tenía al darme cuenta de todos los fallos que había estado cometiendo.

Añadiendo más estrés por la situación propia de mi puesto, de enfrentarme cada día a esos pensamientos repetitivos de

“¿Lo estaré haciendo bien?, ¿me entienden? Tenía que relajarme y no dejar que me influyera lo que cualquier cliente me dijera.»

Esto es lo que tú también puedes conseguir

  • Conseguí entablar una relación más cercana con las personas que tenía a mi cargo y mejorar la comunicación, intentando ver sus necesidades y las de la empresa.
  • Conseguí superar esa frustración y esa desgana y dar un paso hacia delante en mi bienestar laboral y profesional.
  • En el momento en el que vi plasmado todo el planing de la empresa, supe que mejorando las relaciones iba a dar un gran cambio en mi satisfacción laboral y en la de mi equipo.

A día de hoy, estoy satisfecha porque me he dado cuenta de que todo ese camino con más sombras que luces me sirvió para estar aquí y seguir trabajando la relación con los clientes.

Pude experimentar en mi propia carne que lo principal en las empresas, son las personas, si una persona no está a gusto, contenta, motivada en una empresa, no genera buen clima en el trabajo y todo se ralentiza.

Soy consciente de todo lo que el Coaching y el Mindfulness me ayudaron a salir de esa crisis y que gracias a ellos ahora sé vivir de una manera distendida.

Soy consciente de todo lo que el Coaching y el Mindfulness me ayudaron a salir de esa crisis y que gracias a ellos ahora sé vivir de una manera distendida.

Esta es la razón, que pensando en ti, hemos creado el Programa


Basado en nuestra propia experiencia, en lo que aprendimos y seguimos aprendiendo. Y que empieza Ahora.

Todos cometemos errores, somos humanos y nos surgen las mismas emociones, los mismos miedos, culpas, inseguridades y no paramos de darle vueltas a la cabeza, intentando dar una solución, pero a veces, solos no podemos.

Es un Programa para que empieces ahora a gestionar tu presencia, mejorar las relaciones, la toma de decisiones y tu empoderamiento como lider y poder enfocarte en tu equipo.

Observarte, sin miedo,  es el primer paso para aumentar tu calidad de vida en tu trabajo.

Este Programa empieza el próximo quince de marzo.

Si deseas conseguir, de una vez por todas, equilibrio entre tu calma mental y la toma de decisiones, tener energía y sobresalir en tu trabajo y como persona.

Comienza a liderar con responsabilidad compartida, compromiso y confianza

Ahora es el momento de Hacer algo para ti

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