Toda la vida con gafas y fue el Coaching quien me ayudó a enfocar

por Abr 23, 2019Transformar0 Comentarios

Ana fue la que dio la voz de alarma y la que dijo que necesitaban hacer algo para facilitarme la vida.

Desde muy pequeño me costó enfocar.

Ella era mi profesora de preescolar y fue quién le dijo a mis padres que al escribir me acercaba demasiado al papel y que, probablemente, necesitaría gafas.

A raíz de aquello, me pusieron gafas y empecé a ver la vida con más detalle, sin perderme nada.

La miopía nunca me impidió ser un chico activo y risueño.

Fue ya de adulto cuando, a pesar de las gafas, empecé a ver la vida con diferentes dificultades. Y no me estoy refiriendo a que me empeorara la vista

Yo mismo me ponía barreras que me impedían ser tal y como quería ser

No enfocaba en lo importante para mí

Eso fue más difícil que adaptarme a las gafas.

Ya que fueron muchos años de no mostrarme tal y como necesitaba ser para sentirme libre y realizado.

Y eso, que durante ese tiempo cambié varias veces de modelo de gafas. ?

El Coaching me abrió los ojos. Me mostró lo que, realmente, podía hacer con mi vida y no lo estaba haciendo. Yo era el único responsable de no enfocar, y hasta ese momento no había sido consciente.

Comencé a ver la vida con nitidez y a trazar mi hoja de ruta, que me ha llevado a donde estoy hoy, siendo feliz.

Viviendo una vida coherente con mis principios y desarrollando mi potencial.

Quizás pienses que, eso de mirar en el interior es innecesario y molesto.

Incluso, ahora mismo, te sientas nervioso y triste al pensar que hay algo en tu vida que no funciona, pero a la vez, te agobias y tienes miedo de remover eso que te da estabilidad mental, aunque lo estés pasando mal.

La incertidumbre de no saber si saldrá bien o mal te paraliza, pero sientes que ha llegado el momento de hacer algo para estar bien, para sentirte feliz y contento con lo que haces.

Sientes que ha llegado el momento de hacer algo para estar tú mejor

Sentirte feliz y contento con lo que haces

No se trata de hurgar en tu dolor, en lo negativo, ni de cambiar aquello que no quieras, sino de que logres superar esta etapa de tu vida que tanto te desestabiliza y que no sabes qué hacer para estar mejor.

Estamos de acuerdo en que nadie mejor que tú para decidir cómo gestionar tu vida.

Yo, solamente, estaré para que atajes en tu realidad hacia aquellas metas que te has propuesto una y otra vez y no has sido capaz de alcanzar. Para que seas consciente de tus fortalezas y las desarrolles para que lleves mejor tus dificultades del día.

¿Cómo el Coaching me ayudó a sentirme más fuerte, a valorarme más y sentirme el dueño de mi vida?

Estaba en un momento de mi vida que «Sabía que algo me pasaba, pero no sabía exactamente, el qué». No podía dormir por las noches porque estaba intranquilo y perdido, sin saber qué hacer.

En lo más profundo de mí, sabía que necesitaba a alguien que me ayudara. Tomé fuerzas y decidí ir a un coach.

Fue como si hubiera roto la cáscara del huevo, siendo la cáscara una mezcla de prejuicios, creencias y miedos que me impedían ver mi propia realidad.

Con el Coaching conseguí romper mi cascara de prejuicios y creencias que me limitaban

En la Universidad había sido representante estudiantil durante 4 años y en ese momento, ocupaba un cargo de liderazgo en una empresa privada. Pero no era consciente de ello, de que a diario estaba tomando decisiones que influían en mí y en los demás y que muchas veces podían tener consecuencias importantes.

Me decía: “Sin más, yo soy así, no hago nada especial”. Y por supuesto que no me consideraba un líder.

Hasta ese momento, no me había dado cuenta de que llevaba casi 20 años liderando diferentes aspectos de mi vida como estudiante, como representante, como profesional y a nivel personal.

El Coaching me llevó a darme cuenta de esta capacidad de la cual yo no me consideraba poseedor:

Ser un líder en mi vida y tomar decisiones con seguridad, sin miedo a equivocarme.

Mi rutina no me había dejado ver más allá de mi rutina diaria, de las actividades que hacía automáticamente.

No me había permitido pararme a recapacitar (por miedo) en todo lo que ya hacía en mi vida y tenía en mi día a día para sentirme feliz y satisfecho conmigo mismo.

Te propongo un ejercicio: ¿Con cuánta claridad ves todo lo que tienes en tu vida para ser cómo tu quieres ser y sentirte bien?

Me hizo ver y descubrir mis fortalezas y me dio fuerzas para ver una nueva realidad a nivel personal y profesional.  Por eso te digo, que el Coaching no es solo una herramienta para el cambio, sino una forma de vida para descubrir con qué gafas estás viendo tu mundo y el que te rodea.

Ha llegado el momento de que tomes una decisión:

O bien, sigas dando palos a ciegas, volviendo una y otra vez al mismo punto de partida, estando frustrado y sin saber qué hacer.

O bien, que decidas por ti mismo qué quieres hacer con tu vida para sentirte libre, contento y satisfecho con lo que haces.

Si quieres, te acompañamos a que lo consigas >>>

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